miércoles, 22 de julio de 2020

NL10.1 HACIA UNA CULTURA VOCACIONAL 3


EL DISCERNIMIENTO VOCACIONAL EN 7 PASOS

 

Encontrar el lugar en la vida social es uno de los grandes retos para la vida de cualquier persona. En esta búsqueda se presentan llamados como el de la sociedad de consumo con su estilo materialista y hedonista de la existencia humana. Pero cuando se trata de encontrar ese lugar en la vida buscando servir a las personas, transformar la sociedad y una realización humana plena, nos hallamos reflexionando una vocación.

La vocación tiene tres dimensiones[1]: humana, cristiana y específica.

La Vocación Humana:  corresponde al proceso de maduración que se realiza desde sí mismo, con los demás, con el mundo y en Dios, viviendo su llamado a la unidad con todo lo creado.

La Vocación Cristiana: corresponde al llamado a la fe, al reconocimiento de Dios que se revela en nuestro caminar, a vivir una vida de santidad por medio de Jesucristo.

    La Vocación Específica: corresponde a la adhesión consciente a Cristo situándonos en una forma concreta de ser cristianos desde la vida laical (en los estados de vida de la soltería o en el matrimonio eclesiástico), desde la vida religiosa y desde la vida sacerdotal.
    Discernir la vocación específica exige un proceso para descubrir el llamado de Dios y el proyecto que tiene para nuestra vida. A continuación, te invitamos a desarrollar siete pasos que puedes aplicar para el discernimiento de cualquier vocación o estado de vida.

Paso 1: ORAR
    La vocación no la inventas, la encuentras; no es un plan que diseñas para tu vida, sino el proyecto que Jesús te propone realizar; no es propiamente tu decisión, sino tu respuesta a la llamada del Señor.
    Para descubrir tu vocación, dialoga con el Señor. En este diálogo encontrarás lo que Dios quiere de ti porque el Espíritu Santo te ayudará a escuchar su voz.

Inicia invocando la presencia del Espíritu Santo y luego interioriza alguna de estas frases de la Biblia:
·       “Señor, ¿qué quieres que haga?” (Hch. 22,10)
·       “Ven y sígueme”. (Lc. 18, 22)
·       “Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti” (Lc. 8,39)

Paso 2: PERCIBIR
 Descubrir lo que Dios quiere de ti requiere que aprendas a escuchar, estar atento, experimentar. Para ello, debe haber silencio en torno a ti y en tu interior para que puedas percibir.
   Permanece alerta a tus deseos, miedos, inquietudes, proyectos. Escúchate a ti mismo: ¿Qué anhelas? Observa las personas que te rodean, ¿qué te dice Dios a través de su pobreza, de su esperanza, de su dolor, de su necesidad de Dios...?
    Mira tu propia historia. ¿Cuál camino te ha marcado Dios? ¿Cuáles acontecimientos de tu vida son más importantes? ¿Cómo ha estado presente Dios en tu vida? ¿Cuáles personas han sido significativa para ti y por qué?
    Mira tu futuro. ¿A qué quieres dedicar tu vida? ¿Qué sientes al pensar en la posibilidad de consagrar tu vida a Dios?

Medita este texto bíblico:
“Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos y aunque yo hacía esfuerzos por ahogarlo, no podía" (Jr 20,9).

Paso 3: INDAGAR
    Descubrir el lugar en que Dios quiere que estés requiere que conozcas las diversas vocaciones específicas que mencionamos anteriormente, su espiritualidad, las obras que realizan, su estilo de vida, su misión.
    Normalmente cuando se tiene la inquietud vocacional hay una opción de vida específica que te llama la atención, pero vale la pena dedicar tiempo a conocer más a fondo las demás opciones, este ejercicio enriquece tu propia inclinación vocacional.

Medita el siguiente texto bíblico:
"Observad cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos; cómo es la tierra, buena o mala; cómo son las ciudades que habitan, de tiendas o amuralladas; cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella" (Nm. 13, 18-20).

Paso 4: REFLEXIONAR
    La vocación es para toda la vida. Por eso, reflexiona acerca de tus capacidades y limitaciones para ser fiel al compromiso vocacional; ¿Qué signos te señalan el llamado de Dios? ¿Cuáles son temores respecto de la vocación? ¿Qué razones a favor o en contra tienes para iniciar el camino vocacional? ¿Qué es lo que te atrae de ese estado de vida?
Dios quiere que pongas en juego tu inteligencia y tu capacidad de reflexión en tu discernimiento vocacional. Te da la luz de su Espíritu Santo para que descubras qué es lo que quiere de ti. Te pide que te comprometas responsablemente en el discernimiento de Su voluntad.

Medita el siguiente texto bíblico:
"¿Quién de ustedes, queriendo edificar una torre, no se sienta primero a calcularlos gastos y ver si tiene para acabarla? No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:" Este comenzó a edificar y no pudo terminar " (Lc 14, 28-30).

Paso 5: DECIDIR
    Tomar una decisión que compromete toda la vida no solo es difícil, es ante todo una gracia. Por eso hay que pedirle al Espíritu Santo la capacidad de saber responder.
    Iniciar el camino vocacional implica no esperar la evidencia de que Dios te llama, solamente te basta la certeza moral de su llamado.
    Es probable que tengas dudas acerca de si llegarás al final, si podrás con las exigencias, etc.; pero de lo que no puedes dudar es de tu decisión; debes estar seguro de lo que tú quieres. Es necesario querer seguir radicalmente a Jesucristo: "Sí, quiero seguirte ".

Medita el siguiente texto bíblico:
"Te seguiré vayas donde vayas" (Lc 9, 57).

Paso 6: ACTUAR
    La decisión se concreta en la acción. Pon todos los medios que estén a tu alcance para realizar lo que has decidido y permanece fiel día tras día, esta es la única forma de realizar el Proyecto de Dios.
    Ante las dificultades persevera. Este camino es difícil. Debes estar dispuesto a enfrentar cualquier dificultad. Ten en ti la fuerza del Espíritu Santo y la compañía de la Virgen María.

Medita lo siguientes textos bíblicos:
"Jesús los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su Padre lo siguieron" (Mt 4, 21-22).
"Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lc 9,23).

Paso 7: LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL
    Este no es propiamente un paso más del proceso, es un recurso que debe estar presente en cada uno de los pasos anteriores. Tu director espiritual te ayudará a orar, reflexionará contigo los signos de la voluntad de Dios; te indicará dónde encontrar información de las demás opciones de vida. Tu director espiritual te acompañará en tu discernimiento vocacional y confirmará la decisión de tu llamado. 

Medita el siguiente texto bíblico:
Para obtener un consejo "recurrir" siempre a un hombre piadoso, de quien sabes bien que guarda los mandamientos, cuya alma es como tu alma, y que, si caes, sufrirá contigo" (1S. 37,12).




[1] Arquidiócesis de San Luis Potosí, México | Fuente: www.iglesiapotosina.org

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