LA FAMILIA,
IGLESIA DOMÉSTICA
"Las familias son la Iglesia doméstica dónde Jesús crece, crece en
el amor conyugal, crece en la vida de los hijos…” Papa Francisco
La Iglesia dio comienzo al reunirse las
familias a compartir y celebrar la fe unos con otros. El Concilio Vaticano II,
recalcó la importancia de transmitir la fe en el hogar: “los padres han de
ser para con sus hijos los primeros predicadores de la fe, tanto con su palabra
como con su ejemplo”[1] (Lumen Gentium, #11). La
iglesia empieza en el hogar.
San Juan Pablo II enfatizó la importancia del
rol de la familia en el crecimiento de la fe y declaró que la relevación y
actuación especifica de la comunión eclesial está constituida por la familia
cristiana que también por esto puede y debe decirse “iglesia doméstica”[2]. De igual forma, el Papa
Benedicto XVI reafirmó la importancia entre la evangelización y la familia
diciendo que “la nueva evangelización depende en gran parte de la iglesia
doméstica”[3].
¿Qué hace de la familia una
iglesia doméstica? A continuación, presentamos cuatro bases que sirven de guía
a las familias en la fe en su diario vivir.
1. La vida familiar es sagrada
Pensemos por un momento cuál
sería la reacción de los miembros de una familia si creyeran realmente que cada
vez que entran por la puerta del hogar entran a una Iglesia. ¿El tiempo que
compartirían juntos como familia sería más sagrado? ¿Cómo se resolverían los
conflictos o las diferencias? ¿Qué tan rápido buscarían reconciliarse y
enmendar sus errores? ¿Cómo compartirían y celebrarían los eventos cotidianos?
2. Las acciones de las familias son bendiciones.
Al ser sagrada la vida
familiar, entonces las acciones que realiza la familia son bendiciones. Esto no
quiere decir que estén ausentes los conflictos familiares. Cuando se convive e
interactúa como familia los conflictos son inevitables, pero tenemos que
recordar que Dios siempre está presente.
3. La familia es una comunidad evangelizadora
La fe que se cultiva en familia no se debe de quedar entre las paredes
del hogar y tampoco debe limitarse a trasmitirla solo con la comunidad
parroquial. Nuestra fe hay que compartirla en los diferentes contextos en que
nos desenvolvemos, tanto por medio de palabras como de acciones. Esto se conoce
como evangelización, y es la principal responsabilidad de la iglesia doméstica.
4. La familia es un ministerio
Como seres humanos estamos llamados
a descubrir los dones y los regalos que Dios nos ha dado para servir en el
mundo. De la misma forma, la familia está llamada a descubrir su ministerio. Pensemos
un momento, mi familia: ¿comparte sus bienes con los que no tienen?, ¿ayuda a
las mujeres en peligro de abortar?, ¿alberga a los desamparados?, ¿aconseja a otras
familias que están en problemas? La familia está llamada a promover las
vocaciones y ayudar a catequizar a otros en la fe. Parte de la vida de la
iglesia doméstica es discernir y preguntarse ¿cómo Dios nos está invitando
hacer iglesia para el mundo?
A continuación, proponemos un “Sondeo para la
familia sobre la fe”[4], el cual les ayudará a
identificar las diversas formas en que se puede practicar la fe en familia. Es
una herramienta para ayudarles a definir la manera en que como familia viven la
fe y en qué área pueden crecer.
Es aconsejable que la
realicen los adultos de la familia o cualquier otro miembro de la familia que consideren
apropiado. Deben responder en forma honesta y no responder como piensan que los
demás contestarían. Luego, comparta los resultados con toda la familia y hablen
sobre los cambios que desea realizar.
SONDEO FAMILIAR SOBRE LA FE
Encierre en un círculo el
número que mejor describa la manera en que usted vive hoy esa área de fe en la
familia de acuerdo con la siguiente calificación: 1 = Nunca; 2 = Muy poco; 3 =
A veces; 4 = Con frecuencia; 5 = Siempre. En seguida determine si esa forma de
practicar la fe está bien = (+) o debe cambiar = (-),
marcando el cuadro correspondiente.
Al terminar repase la
calificación que le dio a cada pregunta e identifique todas las áreas que le
gustaría trabajar con la familia en un futuro cercano.
FAMILIA Y
COMUNIDAD
¿Reconoce
nuestra familia lo sagrado que es comer juntos? ¿Descubrimos a Dios en los momentos
del diario vivir en la vida familiar y parroquial?
FORMAS
DE PRACTICAR LA FE
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1
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2
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3
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4
|
5
|
+
|
-
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1. Comer juntos es
una prioridad en nuestro calendario familiar.
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2. Ser católico
practicante es una parte importante de nuestra identidad familiar.
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3. Participamos en
eventos sociales y eventos de la comunidad en nuestra parroquia (aparte de la
misa).
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4. En nuestro
hogar se puede encontrar imágenes religiosas y biblias.
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ORACIÓN Y CULTO
¿Reconoce
nuestra familia y profundiza en la importancia de la oración en la vida
católica, tanto en forma individual como colectivamente?
FORMAS DE PRACTICAR LA FE
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1
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2
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3
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4
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5
|
+
|
-
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1. Asistimos a
misa juntos todos los domingos.
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2. Rezo a solas
(aparte de la misa).
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3. Rezamos juntos
como familia (aparte de la misa)
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4. Cada miembro de
mi familia se turna para dirigir las oraciones.
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5. Celebramos como
familia los tiempos del año litúrgico y las festividades católicas.
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6. Las ocasiones
especiales de la familia son celebradas con oraciones y/o bendiciones.
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FORMACIÓN
¿Qué
tan importante es aprender y crecer en la fe en nuestra vida personal y
familiar?
FORMAS
DE PRACTICAR LA FE
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1
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2
|
3
|
4
|
5
|
+
|
-
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1. Leo las
escrituras a solas.
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2. Leemos juntos
las escrituras en familia
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3. Valoramos el
aprender más sobre nuestra fe católica.
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4. Participo en actividades
que me ayudan a formar mi fe (p. ej. talleres, retiros espirituales, cursos
de biblia, grupo de oración etc.).
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5. Los niños y
jóvenes de la familia participan de actividades de formación en la fe (p.ej.,
Grupos infantiles o juveniles, retiros, obras de caridad, etc.).
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OBRAS DE CARIDAD Y
MISERICORDIA
Individualmente y como familia ¿buscamos oportunidades
para hacer obras de caridad y misericordia en nuestro barrio, parroquia,
comunidad u otra organización?
FORMAS DE PRACTICAR LA FE
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1
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2
|
3
|
4
|
5
|
+
|
-
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1.
Hablamos acerca de los eventos actuales con el punto de vista de los valores
y creencias de nuestra fe católica.
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2.
Soy modelo de un discípulo misionero (siguiendo a Jesús) para los más
pequeños de la familia.
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3.
En nuestra familia hablamos acerca de la moral y de lo que es bueno y malo.
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4.
Participo en obras de caridad y misericordia regularmente en la parroquia y
en mi comunidad.
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5.
Me gusta que los miembros de mi familia participen en algún ministerio de
servicio de la parroquia además de la misa y la catequesis (p.ej., lector,
catequista, coro, clases sobre la biblia etc.).
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Para terminar, se comparte con los demás miembros de la familia
los resultados del sondeo y se elabora un plan familiar basado en las formas de
practicar la fe que se marcaron con la casilla debe cambiar, y se redacta un
compromiso como el siguiente:
COMPROMISO FAMILIAR
La familia __________________________ se compromete a seguir los
pasos determinados anteriormente con el propósito de crecer y cultivar la fe
católica en nuestro hogar.
Firmado por todos los miembros de la familia:
[1]
Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogmática sobre la Iglesia Lumen gentium, 11, cfr.
Decr. sobre el apostolado de los seglares Apostolicam actuositatem, 11
[2]
Ibid.
[3]
Discurso del Santo Padre Benedicto XVI a la Plenaria del Consejo Pontificio
para la familia. El 1 de diciembre del 2011
[4]
National Federation of Catholic Youth Ministry—NFCYM por sus siglas en inglés
(La Federación Católica Nacional para el Ministerio para Adolescentes).
www.NFCYM.org. Fortaleciendo Familias en la Fe, folleto de recursos para la
familia sobre la fe. Recuperado de:
https://www.dosp.org/wp-content/uploads/38_Recursos-de-fe-para-la-familia.pdf
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