Objetivo: Aprender sobre el Papa San Pio X y por qué es el Patrono de los Catequistas, a través de la lectura y profundización en su biografía y las iniciativas que dentro de su servicio ministerial Pontificio llevó a cabo en la Iglesia.
SAN PIO X PATRONO DE LOS CATEQUISTAS
El 21 de agosto la Iglesia recuerda a San Pío X, Papa, patrono de los catequistas. En esta fecha festejamos el Día del Catequista.
San Pío X fue sacerdote con cargo parroquial, luego obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Finalmente, elegido Sumo Pontífice, adoptó una forma de gobierno dirigida a instaurar todas las cosas en Cristo, que llevó a cabo con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza, promoviendo entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la sagrada liturgia y la integridad de la doctrina (1914).
Buscó perfeccionar su conocimiento de la teología a través de un estudio asiduo de Santo Tomás y el derecho canónico; al mismo tiempo estableció una escuela nocturna para la educación de los adultos, y siendo él mismo un ferviente predicador, constantemente era invitado a ejercer este ministerio en otros pueblos.
El Papa Pío X ejerció su pontificado entre los años 1903 y 1914. Toda su actividad como Papa estuvo marcada por la importancia que dio a la catequesis y a la pastoral. Promocionó la comunión frecuente y dispuso las formas de preparación para que los niños accedieran al sacramento, redactó un catecismo, se ocupó de la formación del clero y de promover el canto litúrgico. También incentivó la organización de los distintos movimientos y asociaciones de laicos que por aquellos años comenzaban a surgir en la Iglesia.
La principal preocupación del Papa era la pureza de la fe. En varias ocasiones, como en la Encíclica con respecto al centenario de San Gregorio Magno, Pío X resaltaba los peligros de ciertos métodos teológicos nuevos, los cuales, basándose en el agnosticismo y el immanentismo, por fuerza suprimían la doctrina de la fe de sus enseñanzas de una verdad objetiva, absoluta e inmutable, y más aún cuando estos métodos se asociaban con una crítica subversiva de las Sagradas Escrituras y de los orígenes del Cristianismo. Por esta razón, en 1907, publicó el Decreto “Lamentabili” (llamado también el Syllabus de Pío X), en el que sesenta y cinco proposiciones modernistas fueron condenadas. La mayor parte de estas se referían a las Sagradas Escrituras, su inspiración y la doctrina de Jesús y los Apóstoles, mientras otras se relacionaban con el dogma, los sacramentos, la primacía del Obispo de Roma[1].
Esa preocupación de Pío X por la santidad de la Iglesia lo llevó a actualizar los seminarios y fundar numerosas bibliotecas eclesiásticas. También se lo recuerda por sus aportes a la música sagrada y a la liturgia y la reforma de la liturgia de las horas. Permitió la comunión diaria a todos los fieles y cambió la costumbre de la primera comunión: para que los niños pudieran recibirla a partir de los 7 años.
Impulsó la enseñanza del Catecismo porque sabía que apartar de la ignorancia religiosa era el inicio del camino para recuperar la fe que en muchos se iba debilitando y perdiendo. Promovió un nuevo Código de Derecho Canónico que terminó de redactarse en 1917, bajo el pontificado de S.S. Benedicto XV.
Falleció el 20 de agosto de 1914, poco antes del estallido de la 1º Guerra Mundial. El 14 de febrero de 1923 se introdujo su causa de beatificación y fue canonizado el 29 de Mayo de 1954. Pío X fue rápidamente adoptado por la feligresía como patrono de los catequistas por su sencillez, sus raíces rurales que jamás dejó de lado y por su ardor misionero y evangelizador[2].
Todas las iniciativas de Papa Pio X dieron los pasos iniciales para que la catequesis, sobre todo la de preparación a los sacramentos, llegara a tener un lugar destacado en la Iglesia del siglo XX y que fuera ejercida no sólo por los sacerdotes y las religiosas, sino también por laicos y laicas.
Anécdota de San Pío X
En una audiencia a los Cardenales, el Papa había preguntado:
— ¿Cuál es Actualmente la cosa más importante para la salvación de la sociedad?
—Abrir muchas escuelas — dijo uno.
—Multiplicar las iglesias — agregó otro.
–Fomentar las vocaciones eclesiásticas; — respondió un tercero.
—No, — continuó Pío X, — lo que en la actualidad es más necesario, es contar con un grupo de laicos, virtuosos, iluminados, resueltos y apóstoles de verdad.[3]
TALLER:
Responde con serenidad y en la presencia de Dios:
1. ¿Realmente te sientes “Catequista”?
2. ¿Cuál es tu misión dentro de tu Parroquia o comunidad eclesial?
3. ¿Siendo Sacerdote, Religioso(a) o Laico (a), eres coherente en tu vida y das testimonio de tu fe?
4. ¿Cuál es tu compromiso a partir de hoy frente a tu labor como “Catequista” Discípulo Misionero?
FELIZ DÍA CATEQUISTA
No hay comentarios.:
Publicar un comentario