viernes, 19 de junio de 2020

NL 5.1 PERDÓN Y RECONCILIACIÓN EN FAMILIA

NEWSLETTER # 5.1

PERDÓN Y RECONCILIACIÓN EN FAMILIA

OBJETIVO:              Experimentar un camino de perdón y reconciliación familiar a partir de la historia de José y así encontrar nuestro proceso familiar de reconciliación.

METODOLOGÍA:   Itinerario bíblico de reconciliación familiar a partir de cuatro momentos.

¿Qué es el perdón y la reconciliación?

El perdón es un regalo. Es un acto de amor desinteresado en el que nos damos un regalo de paz interior a nosotros mismos y le damos un regalo de misericordia al ofensor, sin esperar nada a cambio. No exige reciprocidad y, por eso mismo, perdonamos al otro, aunque creamos que él no se lo merezca o no haya hecho nada para ganarse nuestro perdón, tal como lo hizo el Papa San Juan Pablo II con Alí Afca quien intentó matarlo. Sencillamente decidimos perdonar porque sentimos muy adentro que Dios nos da fuerza, que el resentimiento nos asfixia y que al hacerlo ganamos todos.

Reconciliar originalmente es hacer volver a alguien a la unión, al acuerdo con otros, despejar el camino, lanzar un puente para que las dos partes se comuniquen de nuevo.

Usualmente empleamos conceptos que son un tanto afines tales como:

Disculpar, que implica justificar la ofensa;
Excusar, que conlleva a creer que el ofensor tiene una buena razón para cometer la ofensa;
Olvidar, que implica que el recuerdo de la ofensa se ha apartado de la conciencia;
Comprender, que podría suponer también una justificación de la ofensa,

Sin embargo, reconciliar conlleva una restauración de relaciones entre el ofensor y el agredido, en ocasiones como si no hubiera pasado nada.


TALLER:                  LA HISTORIA DE JOSÉ, UN CAMINO DE PERDÓN Y RECONCILIACIÓN FAMILIAR[1]. (Génesis capítulos 37 al 46)

Primer momento: Cuando causamos dolor

Leamos: Génesis 31, 12-36

Reflexionemos
Jacob tenía 10 hijos con Lía su esclava y dos hijos con Raquel su esposa que era estéril: José y Benjamín.
José salió de su casa a buscar a sus hermanos.
Los medio - hermanos de José lo vendieron a los egipcios por envidia pues era consentido de su padre.

Dialoguemos:
Ø  ¿Qué cosas dividen nuestras familias?

Segundo momento: El amor puede más que el odio.

Leamos:
Avancemos leyendo Génesis 45,1-3

Reflexionemos
El padre sufre en silencio.
José hubiera podido revelar su identidad y no lo hace
José hace frente a sus hermanos
Rompió en llanto.
Se da a conocer “Yo soy José”.

Dialoguemos:
Ø  ¿Qué enseñanza deja a la familia este pasaje?

Tercer momento: La reconciliación familiar
José perdona a sus hermanos y los reconcilia con él y con su padre.

Leamos: Génesis 45, 4-15

Reflexionemos
Les invita acercarse
José perdonó a sus hermanos
Ellos aceptan y confiesan su culpa
Les da la seguridad de su perdón
José ve la voluntad de Dios en la historia de su familia.
José se muestra preocupado por toda su familia, por su padre Jacob y su descendencia, por el ganado y los bienes,
Quería darle alimento a su pueblo.
Abrazó a benjamín y lloró,
Beso a sus hermanos y lloró,
Ellos hablaron con él.

Dialoguemos:
Ø  ¿Cómo debemos reconciliarnos en familia?
Ø  ¿Qué pasos hay para la reconciliación?

Cuarto momento – se reúne la familia.

Leamos: Génesis 45, 16 – 46, 8

El faraón de Egipto se entera y ordena ayudar a José y su familia.
Toda la familia de José viaja a vivir a Egipto y allí tiene abundancia de bienes.
José y su familia testigo de la reconciliación

Dialoguemos:
Contemos alguna historia de reconciliación en la familia o de algún vecino.

COMPROMISO FAMILIAR:
-        Buscar la confesión con el sacerdote.
-        Siempre buscar arrepentirnos de nuestros errores y perdonar a los demás.

OREMOS EN FAMILIA – salmo 31

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito.

Mientras callé se consumían mis huesos,
rugiendo todo el día,
porque día y noche tu mano
pesaba sobre mí;
mi savia se me había vuelto un fruto seco.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.

6Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia…
Tú eres mi refugio, me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación…

Los malvados sufren muchas penas;
al que confía en el Señor,
la misericordia lo rodea.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero.


[1] Adaptado de material de la primera sesión del Mes de la Familia 2020 de la Conferencia Episcopal de Colombia.

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